martes, 23 de octubre de 2012

NUWA Y EL DRAGÓN. ABSINTHE TRIBAL BATALLION

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Esta es mi compañía de danza, mi orgullo, mis chicas: Absinthe Tribal Batallion

Nuwa es la diosa de la creación en la mitología de la antigua China.

Nuwa tenía rostro y torso humanos, pero la mitad inferior de su cuerpo era de dragón.

Cuenta la leyenda que viajó por el mundo y visitó todos los lugares bellos, pero se sentía sola porque no había nadie viviendo en él. 
Fue entonces cuando Nuwa creó a la humanidad. Arrodillandose junto al río Amarillo, hundió sus manos en el agua y extrajo un puñadito de fango. Con él modelo a la primera persona y soplando sobre la figurita de barro le insufló la vida. Quedó tan encantada con el resultado, que hizo más y más, modelandolos uno a uno cuidadosamente. Éstos primeros nacidos, hechos con primor fueron los afortunados en la tierra (los nobles), porque después se cansó de modelar una a una a las personas, y tomando una caña de bambú aspiró más fango del lecho del río convirtiendo cada gota que caía al suelo en una figurita y dotandola de vida con sus poderes sobrenaturales. De los así creados se dicen que son los menos afortunados, los más pobres.



Nuwa también creó otras cosas, creó el gallo, después el perro, la oveja, el cerdo, la vaca, el caballo... y en el cielo creó el arcoiris.
Al parecer una noche se despertó al oír un tremendo estruendo. Se levantó sobresaltada y al salir de su palacio vio que gran parte del cielo se había desplomado, cayendo sobre la tierra desbordando los ríos y provocando a los volcanes.
Vió entonces a las criaturas que había creado muriendo bajo sus pies y horrorizada quiso ayudarles.
Primero en busca de los espíritus del Agua y del Fuego que con sus peleas habían causado aquel desastre. Empezó por ahogar al espíritu del Fuego siviéndose de la lluvia, y una gran catarata de agua cayó por el agujero abierto en el cielo sofocando la lava que escupían los volcanes y acabó así con todos los incendios.
El fuego descansó entonces y ningún hombre más murió quemado.


Pero la enorme ola infinita que manaba del cielo estaba ahogando también a todas las criaturas que habían sobrevivido a la ira del espíritu del fuego. Construyó ella sola un enorme barco pensando en embarcar en él a todos sus hijos y salvarlos así de la inundación, pero eran demasiados, no todos cabían en el barco y Nuwa sabía que los que no pudieran escapar flotando morirían enseguida ahogados. No podía escoger a cuáles de entre las criaturas a las que había dado vida iba a dejar que murieran ahogados, y el agua mientras tanto seguía derramandose en enormes chorros desde el cielo roto, ella sabía que flotando a la deriva su humanidad no podría sobrevivir durante mucho tiempo.

Así que subió a los altos de las montañas que aún sobresalían de la gran inundación, y se sumergió ella misma durante largos días en las aguas que cubrían el mundo buscando las piedras de colores.

Por fin tuvo todas las piedras en sus manos, la roja, la amarilla, la azul y la blanca, pero le faltaba aún la verde, la más difícil de conseguir, que encontró en la fuente cristalina. Una vez la obtuvo, cavó un profundo agujero bajo el cráter de un volcán apagado y depositó allí las piedras refinandolas con hechizos de sabiduría durante cinco días y cinco noches. Solo entonces las cinco piedras estuvieron listas para ser fundidas, y Nuwa vaciando su crisol mágico en una vasija voló con ella hasta el cielo y arrojó su contenido dentro del agujero.
Brotaron de él entonces millares de brillantes rayos de todos los colores, y el agujero se cerró así para siempre, quedando en su lugar el arcoiris.


1 comentario:

  1. Me encanta la mitología, es un tema del que no me canso independientemente de la cultura a la que se refiera. Seguiré escarbando por aquí a ver qué encuentro, jejeje.

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